Aquí le mostramos cómo elegir la base adecuada para su tono de piel

Encontrar la base adecuada para tu piel entre las docenas de opciones en la farmacia, los grandes almacenes, Sephora o Ulta puede parecer como si estuvieras buscando una aguja en un pajar. Hay mucho que considerar: el tipo de acabado que desea (brillante, satinado, mate), la cantidad de cobertura (transparente, ligera, media, completa) y, por supuesto, encontrar el color real que complemente su piel. Si bien esas dos primeras opciones pueden ser tan simples como leer la etiqueta para saber si una base tiene los resultados deseados, elegir un tono es más complicado. Por esta razón, hablamos con la maquilladora de Boston Natalie Lelless para saber cómo combina su color con sus clientes y con ella misma.

Paso 1: aprende sobre tu subtono

En su búsqueda de bases, es probable que encuentre el trasfondo de la palabra de moda. Para desglosarlo simplemente, hay tres matices principales, o donde a lo largo del espectro de colores, de cálido a frío, cae el tono de su piel. Alguien con matices cálidos tendrá una piel dorada, amarilla, oliva o melocotón; los matices fríos tendrán tonos rosados, rojos o azules; y los matices neutros tendrán una combinación de colores cálidos y fríos, o tendrán una coloración que cambie a lo largo del día según el clima o sus actividades. Por ejemplo, Lelless dice que si normalmente tienes la piel sesgada hacia el amarillo, pero te pones roja con facilidad, puedes inclinarte de manera más neutral.

Desafortunadamente, no hay una forma definitiva de determinar tus matices; se necesitan algunas conjeturas seguidas de prueba y error (más sobre eso próximamente). Si no estás seguro de tu trasfondo, Lelless dice que neutral es un buen lugar para comenzar. Cuando miras esa base en ti, podría ser una combinación perfecta o podrías decir, Oh, eso es demasiado rosado y necesitas ponerte más cálido, o puedes decir, Oh, eso es demasiado amarillo y ahora necesitas ponerte más rosado.

Paso 2: determina cómo te gustaría emparejar tu piel

Dado que el objetivo de su base es crear un lienzo de apariencia suave para su apariencia final, debe decidir cómo y cuánto corregir el tono desea. Por ejemplo, si alguien tiene la nariz más oscura y las mejillas más oscuras debido a la exposición al sol, puede verse mejor igualar el resto de la cara para que coincida con el tono más oscuro porque se parece más al tono de piel de su cuerpo. Alternativamente, si alguien tiene ojos claros y una frente clara, puede verse mejor iluminar toda su tez para que coincida con esas áreas claras. Si no está seguro, Lelless sugiere cambiar al lado más claro, ya que siempre puede volver con polvo de contorno y bronceador para recuperar las sombras y la calidez.

No hay una forma definitiva de determinar tus matices; se necesitan algunas conjeturas seguidas de prueba y error.

3. Comprender las diferentes fórmulas de base

A continuación, dirígete a la tienda y elige una base que te gustaría probar, según las necesidades de tu piel y el aspecto deseado. Si eres nuevo en el uso de una base, Lelless sugiere comenzar con una que tenga una cobertura ligera y se pueda cortar o construir fácilmente agregando más capas. Si tienes piel grasa, Lelless sugiere buscar una base mate, que disminuirá tu brillo natural, y si tu piel es seca, opta por un acabado húmedo para que tu piel no se vea empolvada o plana.

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